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Palomita era trabajadora sexual y se retiró por amor

Se enamoró de un cliente

Palomita llevaba seis años siendo trabajadora sexual, hasta que cometió el único error que la profesión le prohíbe: Se enamoró de un cliente.

Él era casado y pagaba por estar con ella para conversar, no para concretar un acto sexual. Palomita dejó de trabajar y se pusieron a pololear.  

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