Luego de separarse con su marido en 2011, Kim Wright cayó en una terrible depresión y llegó a pesar más de 79 kilos.
Nunca se dio cuenta, hasta que un día vio una foto de sus últimas vacaciones, en las que aparecía en bikini y no se sintió cómoda con su cuerpo.
En ese momento, dejó la comida chatarra y comenzó a comer más saludable. Luego se inscribió en un gimnasio y comenzó a ejercitarse de a poco. En menos de ocho meses, logró bajar 20 kilos.
“Yo era la abuela de la gimnasia, levantado de pesas con los fisicoculturistas”, aseguró. Con el tiempo, incluso participó en un concurso de bikinis, en la que quedó en segundo lugar.
“Soy la prueba de que tener más de 50 años no quiere decir que no puedes ponerse un bikini y lucir fantástica”, dijo la mujer.
Aquí les dejamos sus fotos.