La mañana del sábado pasado sin duda dejó una marca para todos los trabajadores del Zoológico Nacional, luego de tener que sacrificar a dos leones, “Manolo” y “Flaquita, para salvar a un joven de 20 años.
Según se pensó, el joven habría tenido un acto suicida, pero al parecer eran intensiones religiosas, para demostrar que Dios lo salvaría, por lo que se tiró a la jaula de los leones, desafiándolos, colgándose de ellos y provocándolos. Como era de esperarse, los animales reaccionaron y antes de ser atacado, funcionarios del zoológico sacrificaron a los felinos.
Dentro de este marco han surgido millones de críticas debido al actuar de los trabajadores del recinto, sin embargo ayer, el director del Parque Metropolitano, Mauricio Fabry, escribió en su cuenta de Facebook, un profundo mensaje que te dejaremos a continuación:
“Manolo, nuestro león, nació en el Zoológico y por lejos es el más querido de todos. La historia que me mata es la de la Flaquita, esta leona se llama así porque llegó en el estado más paupérrimo y lamentable que he visto en un animal. Fue abandonada por un circo en Coihueco y cuando llegó no podía ni siquiera levantarse, nunca vi en mi vida un animal tan flaco. Los cuidadores, los técnicos y los profesionales hicieron un trabajo de mucho cariño para recuperarla. ¿De verdad alguien cree que no nos importa la muerte de nuestros leones? Yo los llevaré siempre en mi corazón, y estoy seguro que en cada uno de los que aquí trabajamos”.
“Lo más triste ha sido ver a hombres y mujeres de mi equipo llorando, con rabia, desconsolados. Si leen esto les vuelvo a decir que los apoyo completamente”.
“Qué triste ha sido también la falta de empatía con Franco, el joven de 20 años que nos tiene a todos desechos. Hoy hablé con su padre, fue muy fuerte la conversación, un hombre humilde. Le dije que para salvar la vida de su hijo tuvimos que perder la vida de lo que más queremos en el Zoológico, nuestros animales. Supe además que este joven vivía en un hogar, sus dos hermanos están presos y el año pasado murió su madre”.
“Franco, yo te perdono, ojalá la vida te dé una segunda oportunidad que esta sociedad no te dio. Es verdad que estás enfermo, como también es verdad que estamos enfermos como sociedad. Al menos yo, me alegro de que te hayamos podido entregar vivo a tu padre.”