El miércoles, el Juzgado de Garantía de Coyhaique anunció que Mauricio Ortega, único imputado en el brutal ataque a Nabila Rifo, quedaba en prisión preventiva en la cárcel de Puerto Guadal.
Noticia que no tuvo aprobación por parte de la comunidad y comenzaron a protestar, levantando barricadas a la entrada, bloqueando el acceso para que el imputado no pudiera ingresar.
Según una de las protestantes, a la comunidad no le interesa recibir a Ortega ya que, al ser pueblo chico, la cárcel es pequeña y cuenta con buena comida y convivencia, por lo que la pasaría bastante bien y él “no se lo merece”.