No son pocas las personas que sufren porque se sonrojan con facilidad. Ante cualquier situación incómoda, el rostro comienza a ponerse rojo, lo que es visto por muchos como un reflejo de inseguridad, vergüenza o timidez excesiva.
Pero ahora hay una buena noticia para todas esas personas, ya que un estudio reciente demostró una característica positiva de este comportamiento.
Una investigación publicada por la Revista de Personalidad y Psicología Social, de la Asociación de Psicología de Estados Unidos, estableció que las personas cuyas mejillas se ruborizan son consideradas más confiables por los demás. Además, a esta característica positiva se suma que serían vistos como personas más generosas que el resto.
La conclusión acerca de este rasgo se logró con los datos obtenidos a partir de distintos experimentos a más de 60 estudiantes universitarios que demostraron vergüenza con gestos como llevar la mirada al suelo, cubrirse la cara o ponerse rojo, consigna El Tiempo.
Cabe recordar que la liberación de adrenalina, sustancia que provoca el rubor ante la sorpresa o vergüenza, es totalmente involuntaria y está moderada por el sistema nervioso simpático.
Fotos: Universal Pictures.