La magia como tal no existe. Siempre se trata de un truco que el ilusionista prepara cuidadosamente para que el público no lo descubra. Sin embargo, la triquiñuela que usa el mago del video es mucho más sencilla, pero no por eso menos asombrosa.
Se trata de un mago callejero que vuelve «invisible» a las personas. O eso es al menos lo que creen los voluntarios, que en realidad no son más que víctimas de una broma en la que está coludido todo el público presente.
Uno de estos «trucos» fue registrado en video, en el que un inocente joven se ofrece de voluntario para someterse a los poderes del mago. Cuando le pone una tela en la cabeza, hace una seña a todo el público para que le sigan el juego y finjan que la víctima ha desaparecido de verdad.
Por supuesto, al retirar la manta el joven continúa sentado en la silla, pero todo el mundo empieza a actuar como si hubiera desaparecido. Es entonces cuando el mago le da una lata y el público responde con un gran asombro al ver «una lata flotando».
La reacción del chico, ajeno a la trampa, no tiene precio. Él está seguro que el mago lo ha vuelto invisible frente a los ojos de los demás.
Fotos: Captura de video.