Fue durante la 72ª Asamblea Mundial de la Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se logró llegar a una decisión respecto a la adicción a los videojuegos. Ahora este trastorno se considera una enfermedad real que necesita tratamiento.
Los 194 miembros de la OMS decidieron que el problema existe, por lo que debe ser reconocido como un trastorno para buscar tratamientos efectivos que ayuden a las personas que lo padecen.
Términos como «trastorno del juego» o «gaming disorder» fueron acuñados en 2018 por la OMS, cuando se lelvó a cabo una revisión de sus estadísticas de clasificación internacional de enfermedades y problemas de salud (CIE-11).
Desde ahí que esta enfermedad se describe como «un patrón de comportamiento caracterizado por un control deficiente sobre los juegos, aumentando la prioridad otorgada al juego sobre otras actividades; en la medida en que el juego tiene prioridad sobre otros intereses y actividades diarias, y la continuación o escalada del juego a pesar de la ocurrencia de consecuencias negativas».
Por supuesto, rápidamente surgió la oposición por parte de las compañías de videojuegos y fans de éstos. Comenzó así una guerra de declaraciones para «desmentir» que el gaming pudiera convertirse en una adicción y un problema real, recoge FayerWayer.
Sin embargo, la OMS ya tomó una decisión, cuyas modificaciones entrarán en vigencia el 1 de enero del 2022; por lo que el trastorno del juego será diagnosticado y tendrá tratamiento.