El microondas es uno de los artefactos más comunes en una cocina. Facilita la vida de las personas al permitir calentar alimentos o platos preparados en cosa de minutos y así optimizar el tiempo, más cuando la vida actual demanda aprovechar al máximo cada minuto del día.
Debido a que actualmente las personas están familiarizadas con la tecnología, el uso de aparatos tecnológicos, como por ejemplo el microondas, no requiere un gran conocimiento previo de su funcionamiento. Sin embargo, hay algunos aspectos que hay que tener en cuenta y que muchos pasan por alto.
Uno de los errores más comunes es cerrar la puerta luego de utilizar el microondas. Los fabricantes recomiendan dejar la puerta abierta luego de calentar algún alimento, sin embargo, pocos siguen esas instrucciones, lo que podría traer problemas a futuro.
«No hacerlo provoca que el equipo no ventile correctamente la humedad, lo que podría generar daños acumulativos como desprendimiento de pintura o ligera corrosión interior», dice a LUN Juan Ruiz-Tagle, gerente general de Ursus Trotter, marca de aparatos electrónicos y de hogar.
Otra de las recomendaciones es no utilizar utensilios o recipientes con adornos o partes metálicas, ya que provoca daños en el generador del microondas. «Si su microondas enciende pero no calienta los alimentos, puede que en algún momento no se haya seguido esta recomendación», dice Ruiz-Tagle.