Una compañía rusa se encuentra en el centro de la polémica, luego que organizara una «maratón de feminidad» con el objetivo de alegrar a los trabajadores varones. La idea fue del consejero delegado de la empresa metalúrgica Tatprof, Serguey Rachkov, quien manifestó estar «preocupado» por «la confusión en los roles de género».
La compañía productora de aluminio decidió ofrecer a sus empleadas 1,35 euros al día si visten falda o vestido para ir a trabajar. Eso sí, debe tener como máximo «cinco centímetros por debajo de la rodilla». Además, piden a las trabajadoras que también lleven «maquillaje discreto».
La responsable de cultura corporativa, Anastasia Kirillova, defendió la iniciativa y dijo que todo se desarrolla según «los cánones tradicionales de la belleza femenina». «Esperamos que la iniciativa aumente la conciencia de nuestras damas, permitiéndoles sentir su feminidad y encanto», dijo Kirillova a los medios rusos ante la polémica.
La vocera recalcó que no se trata de una campaña sexista. Para participar, las empleadas deben enviar una fotografía al departamento que ha puesto en marcha la iniciativa, que final de mes elegirá a una empleada de las que ha participado en el «maratón de feminidad» como modelo para el resto, recoge El País.
«Queríamos alegrar nuestros días de trabajo. Nuestro equipo está compuesto en un 70% por hombres. Este tipo de campañas ayudan a desconectar, descansar. Es una excelente manera de unir al equipo», aseguró Kirillova. La empresa, proveedora principal de aluminio en los Juegos Olímpicos de Sochi de 2014 y en el Mundial de fútbol del año pasado, asegura que en solo tres días han participado unas 60 mujeres.
La periodista feminista Zalina Marshenkulova criticó la iniciativa. «Noticias de la Edad Media», dijo en Telegram. Otros muchos usuarios de las redes sociales se mostraron indignados con el maratón. Sin embargo, también otros muchos defendieron la idea. Una encuesta reciente del Centro de Investigación de Opinión Pública de Rusia reveló que más de la mitad de la ciudadanía cree que es vital luchar por la igualdad de derechos (62%) y responsabilidades (59%) entre hombres y mujeres. En el mismo sondeo, el 22% de los encuestados se mostró «radicalmente opuesto» al movimiento feminista.
El consejero delegado, explicó Kirillova a Business Gazeta, «está muy preocupado por el problema de mezclar roles de género. Él quiere preservar el principio femenino en cada empleada de la compañía, para que las chicas no usen peinados masculinos, no se pongan pantalones, hagan trabajos manuales y en cambio pongan todo su afecto en la crianza de los niños».