Impacto generó la información sobre una enfermera acusada de reutilizar jeringas para una campaña contra la influenza en el colegio Alicante del Valle en Puente Alto.
Ante esto, la acusada Maite Ferrer, realizó una declaración pública, donde destacó su experiencia laboral de 15 años y su certificación otorgada por la Superintendencia para prestar servicios individuales de salud.
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La enfermera menciona que el sábado 6 de julio «Ingresa a vacunarse una apoderada junto a su hijo, a quien vacuno personalmente sin presentar inconveniente alguno. A continuación, procedo a vacunar a la apoderada, quien al término de la administración de su vacuna marca Vaxigrip, tetravalente, manifiesta verbalmente no haber presentado dolor durante la inoculación de la vacuna, por lo que da por hecho que los 0,5 ml del líquido que contiene las cuatro cepas de virus influenza atenuados, no fueron administrados«, aseguró Ferrer.
La apoderada denunciante se identificó como miembro del Equipo de Salud, desempeñándose como Auxiliar de Enfermería.
Asimismo, la enfermera sostuvo que seguirá colaborando con la investigación que realiza la Seremi de Salud «a fin de aclarar los hechos, brindar la justa tranquilidad y seguridad de toda la comunidad del colegio en cuestión, y por supuesto, limpiar mi imagen como profesional ético y como persona, la cual ha sido gratuitamente denostada con acusaciones falsas y sin ningún asidero real«.
Finalmente, en el documento la profesional destacó que las vacunas fueron «almacenadas en todo momento resguardando la cadena de frío que deben mantener para no perder su efectividad, dentro de un refrigerador limpio, higenizado, sin presencia de alimentos y sin riesgo de contaminación, respondiendo a los protocolos establecidos».