Este jueves José Miguel Viñuela fue al Terminal Pesquero Metropolitano junto con Olga, una mujer de 74 años que cuida a su esposo que tiene demencia senil, y que había asegurado en Mucho Gusto que uno de sus sueños era comer pescado frito, por lo que el conductor decidió invitarla.
Cuando se percató de la sorpresa que le tenía en el programa, la mujer comentó que «esto es lo máximo para mí, estoy feliz».
Todo iba bien con el despacho, hasta que Viñuela protagonizó un divertido chascarro que terminó con la emoción del momento.
Esto, porque José Miguel se sentó en una silla, y al momento de acomodarse para quedar más cerca de la mesa, se fue hacia un lado porque una de las patas se atascó en el piso de tablas.
Obviamente, el momento desató risas en Olga, Viñuela y los panelistas del programa, quienes no pudieron contener sus carcajadas.
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida de 📺 Mucho Gusto (@muchogustomatinal) el