El último día del 2019 seguramente fue inolvidable para el Papa Francisco, luego de protagonizar un confuso altercado con una asistente a la Misa que realizó en El Vaticano.
Tras la misa del año de la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios y de agradecimiento por el año 2019, el Papa Francisco se acercó a los feligreses que estaban apostados en la Plaza de San Pedro para saludarlos y darles la mano.
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El problema fue que cuando se retiraba del lugar, una mujer lo tomó de la mano por la fuerza y tras un fuerte forcejeo entre ambos, el Papa le golpeó las manos para que lo soltara, algo que enfrentó este miércoles previo a la tradicional oración del Ángelus: «perdí la paciencia«.
«Tantas veces perdemos la paciencia. A mí también me ocurre. Me disculpo por el mal ejemplo dado ayer«, aseveró el pontífice desde una ventana del palacio apostólico, a lo que sumo que en medio de la oración, detuvo su para insistir en el llamado a «la paciencia del amor», reflexionando sobre el incidente.