Una brutal golpiza por parte de carabineros recibió un joven de 18 años en la comuna de Puente Alto el pasado miércoles 29 de enero, de participar en una manifestación en Protectora de la Infancia, Puente Alto.
El cobarde hecho, registrado por cámaras de seguridad, fue efectuado por ocho funcionarios que arrancaron a sus vehículos policiales luego de golpear al joven, dejándolo con severas lesiones y una costilla fracturada.
Ante esto, la madre del estudiante de Ingeniería Mecánica en Inacap, Melissa Ramos, contó que su hijo se retiró de la protesta cuando Carabineros llegó a reprimir «con lacrimógenas» y «disparando al cuerpo». Se alejó y se quedó mirando desde una esquina lo que sucedía. Cuando los policías comenzaron a avanzar hacia donde estaba, corrió y retrocedió para ayudar a una amiga que se había caído. Ahí lo agarró un carabinero de civil. Después apareció otro que lo tiró al suelo de una patada. Pronto se sumaron más para golpearlo. No lo detuvieron. Lo atacaron y escaparon.
«La pateadura que le dieron es para matarlo», dijo la mujer y explicó que el joven sufrió una fractura en una costilla, que le dejó el hueso como un «cuchillo».
«Mi hijo tiene reposo absoluto. Si se mueve, eso roza los órganos. El intestino y el pulmón. A cualquier movimiento, mi hijo se perfora y se muere. Si la golpiza es un poco más larga, me lo matan», agregó.
Melissa Ramos aseguró que irá hasta el final por el camino judicial para encontrar justicia. «Arrancaron como ratas. Le pegaron y salieron arrancando. Como un portazo. Tal cual lo hacen los delincuentes. Porque carabineros son unos delincuentes, unos criminales, asesinos. Eso es lo que son», dijo.