Raquel Argandoña junto con el abogado de su hijo denunciaron, desde la clínica psiquiátrica donde se encuentra Nano Calderón, malos tratos hacia al joven por parte de los gendarmes que se encuentran custodiándolo mientras cumple parte de su prisión preventiva.
«Mi hijo necesita tratamiento. Los profesionales no lo han podido diagnosticar. Está amarrado las 24 horas de manos y pies. Hasta a un perro tú lo soltai’ para caminar, es injusto. ¿De qué hablan los matinales cuando dicen que esto es un Spa? ¡Si mi hijo necesita tratarse!», mencionó Raquel entre lágrimas.
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Junto a esto, el abogado de Nano, Mario Vargas Cociña, indicó que «están tratando de evitar que tenga un tratamiento médico. Lo tienen incomunicado, encadenado, no dejan que reciba llamadas. Ni un perro recibe ese trato. Con tres gendarmes adentro de la pieza y bastante maltrato».
«Los doctores dicen que lo ven mucho más ansioso. Nosotros lo que queremos es que Gendarmería respete los Derechos Humanos», añadió.
Esta situación se une a la acción de la defensa de Calderón Argandoña, quien presentó ante el 4° Juzgado de Garantía de Santiago una cautela de garantía y un amparo judicial debido a los supuestos tratos inhumanos a los que ha sido sometido durante su prisión preventiva en la Clínica Psiquiátrica El Cedro.
Según detalló la defensa, desde su reingreso al lugar tras decretarse su prisión preventiva, personal de Gendarmería de Chile, a cargo de la custodia del joven, lo «ha mantenido engrillado de pies y manos, día y noche, debiendo comer, ducharse y no se lo deja caminar ni salir de la pieza, incomunicado y no dejándolo tener tratamiento médico».