Durante la audiencia que se realizó este lunes para recalificar el delito de parricidio frustrado por el que Nano Calderón está cumpliendo prisión preventiva en Santiago 1, Hernán Calderón Salinas aseguró que su hijo no quiso matarlo.
«Yo intervengo en la doble calidad de víctima y de querellante, y en ese contexto quiero dejar muy claro al tribunal que yo no he sido presionado ni estoy actuando en situación de una condición de padre», aclaró el abogado.
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En cuanto a la recalificación del delito, precisó que se debe a que «me asiste la absoluta y total convicción de que el imputado no vino a matarme».
«Es indiscutible que uno está con la adrenalina, con el dolor, con la impresión de una agresión, con una rabia de que mi hijo ni siquiera había llamado a su padre. Pero es muy distinto cuando pasan los días y yo converso con las únicas dos testigos presenciales», que según Calderón ninguna vio intención de matar.
Sí sostuvo que «no estoy dispuesto a desistir de la querella, el imputado tiene una responsabilidad y tiene un tratamiento, a lo menos, que enfrentar. Pero cuidado con el abuso del derecho».