En ‘Las Indomables’, es común escuchar diversas críticas sobre miembros del espectáculo y sobre la actualidad chilena. Esto fue lo que sucedió en un reciente episodio en que la invitada fue la doctora María Luisa Cordero, quien lanzó sus dardos con el animador Martín Cárcamo.
En este espacio, la Dra. Cordero abordó diferentes aspectos sobre lo que es actualmente la televisión chilena. Pero una de las temáticas principales que trató es la falta de empatía de las figuras televisivas, en donde nombre al ‘Rubio Natural’.
Para comenzar refiriéndose a esto, María Luisa quiso hacer alusión a lo que se vive en medio de la pandemia. «Recién el doctor Paris y la señora moribunda, la señora (Paula) Daza, ahora están diciendo ‘aprovechamos de mandarles el sentido pésame a los familiares de los que murieron’, ¡sean más compasivos poh chiquillos! No se queden en las cifras», comenzó diciendo la Dra. Cordero.
Al escuchar estas palabras, Catalina Pulido también quiso expresar su opinión. «Yo veo a la Sole Onetto, a la Constanza Santa María leer unas noticias terribles y no se inmutan», dijo la actriz. Después, agregó: «No sé si les enseñarán a no tener emociones, no tengo idea, pero a mí también me choca que no les pase nada».
La Dra. Cordero contra Martín Cárcamo
Continuando con esto, la doctora María Luisa Cordero quiso recordar su paso por ‘Bienvenidos’, en donde trabajó con Martín Cárcamo.
«Yo trabajé en el Bienvenidos en Canal 13, el señor Cárcamo (me dijo) ‘doctora, defina depresión’, yo me acomodé, dije ‘oh, me dieron bola, voy a hablar como psiquiatra, qué bien», recordó Cordero.
Luego de esto, aseguró que comenzó a referirse al problema. «‘La depresión es un cuadro que se caracteriza…'», dijo la doctora en el espacio, pero fue interrumpida bruscamente por Martín: «‘Silencio doctora, vamos a comerciales’». A eso, Cordero añadió: «Y él estaba mirando si habían likes en su celular».
Para finalizar, la Dra. Cordero lanzó una dura crítica en ‘Las Indomables‘: «¡Le importa un carajo lo que yo estaba diciendo! Estaban preocupados si les caía bien o no a la galucha del teléfono».