Tras el drástico aumento de casos de coronavirus en el país durante las últimas semanas, el Ministerio de Salud ha tenido que endurecer las medidas para proteger a la población durante la pandemia.
Dichas medidas no han estado exentas de polémicas, partiendo por la discusión sobre la restricción de los permisos de desplazamiento y lo que se puede hacer con ellos.
Pero además, varios usuarios han denunciado una inesperada consecuencia que ha traído el endurecimiento de las normas: problemas para comprar píldoras anticonceptivas en las farmacias.
Según indican las denuncias, los establecimientos que venden estos medicamentos han puesto ciertas restricciones sobre la venta de anticonceptivos. Asegurando que, esto se debe a una nueva orden del Instituto de Salud Pública (ISP) que indicaría que toda compra de remedios con receta simple se debe realizar con una prescripción médica.
Algo que no era necesario para la compra de estas píldoras antes del endurecimiento de las medidas contra el COVID-19.
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"Dentro de las medidas que se anunciaron la semana pasada se encuentra la restricción de compra de algunos productos en comunas en fase 1 y 2."
La situación ya fue rechazada por la agrupación «Ginecólogas Chile», quienes trabajan por la promoción del enfoque de género en el estudio y el ejercicio de la Obstetricia y Ginecología.
El grupo de profesionales declaró, a través de un comunicado en su cuenta de instagram, lo siguiente: «La anticoncepción es un derecho sexual y reproductivo que no se debe vulnerar!»
Respuesta del Instituto de Salud Pública
Sobre la situación de las píldoras, el ISP ha publicado a través de su página web y redes el siguiente comunicado:
ISP aclara regulación vigente de anticonceptivoshttps://t.co/3GcJyD705s pic.twitter.com/wOzZllkuYl
— Instituto de Salud Pública de Chile (@ispch) April 5, 2021
En el comunicado declaró que «no se ha emitido ninguna normativa diferente a las ya existentes en el Código Sanitario». Además, añaden que las farmacias también se consideran «centros de salud» pues los pacientes que presenten problemas con sus recetas físicas, digitales o electrónicas (ya sea contar o no con ellas) pueden acudir al químico farmacéutico para recibir orientación y evaluar caso a caso.