Nueve menores huyeron desde la residencia Catalina Kentenich, administrado por la fundación María Ayuda, colaborador del Servicio Nacional de Menores (Sename). El recinto se encuentra ubicado en el sector norte de Rancagua, en la Región de O’Higgins.
El hecho quedó al descubierto en la tarde del domingo, cuando una joven salió a comprar y se percató que los menores -tres de ellos de sexo femenino- corrían desesperados. Según el testimonio, algunos iban descalzos y otros con el torso desnudo.
Los niños denunciaron malos tratos, por lo que una mujer identificada como Camila Valenzuela realizó una videollamada a su mamá para que constatara la situación y los llevó a su casa.
La dueña del hogar, Gabriela Valenzuela, aseguró que los niños estaban en malas condiciones, sucios y semidesnudos. Por aquello, decidió auxiliarlos y alimentarlos.
Más tarde, tomaron la decisión de llamar a Carabineros, pero los menores se subieron a los techos y se escondieron en la vivienda.
Camila Valenzuela y sus vecinas aseguraron que algunos menores tenían lesiones, por lo que no querían regresar a la residencia colaboradora del Sename.
Otra denuncia de maltrato al interior del Sename
En el mes de marzo, la Defensoría de la Niñez anunció que investigaba el presunto maltrato contra un niño en un hogar de la comuna de Providencia. Esto fue denunciado por vecinos que captaron registros en video y audio.
La denuncia de los vecinos se viralizó en redes sociales. Según indican, el hecho se habría producido en la Residencia Familiar Carlos Antúnez, que pertenece al Sename.
En el video, en el cual se distingue solamente el audio, se oye a un niño gritando y suplicando ayuda.
Al respecto, el Sename expresó que las “imágenes difundidas nos preocupan y conmueven, ya que nuestro principal objetivo es y será siempre proteger los derechos de los niños, niñas y adolescentes”. “Por lo anterior, hemos iniciado una investigación y solicitamos de manera urgente las imágenes de la residencia”, añaden.
Además, el Sename ahondó en que “de acuerdo a antecedentes preliminares, el problema se origina producto de una situación familiar grave que afectó a uno de los niños (…)». «Sin perjuicio, la investigación continúa con el fin de esclarecer y determinar que las intervenciones con los niños que se hayan ajustado a los protocolos establecidos para estos casos y determinar o descartar eventuales responsabilidades”, agregan.