Este sábado 8 de mayo, y a un día del Día de la Madre, Raquel Argandoña comunicó una triste noticia: el fallecimiento de su madre, Eliana de la Fuente. El funeral de la mujer de 93 años se llevó a cabo este 9 de mayo y se realizó con aforo reducido. A pesar de aquello, contó con la presencia de su círculo cercano, entre quienes estaba Raquel Calderón.
Fue justamente Kel una de las personas que se vio más afectada en esta ceremonia. La hija mayor de Argandoña, cerca del final del funeral, decidió dedicarle un emotivo discurso a su abuela, en el que hizo referencia a l0 que sucede en su familia.
Para comenzar con sus palabras, Kel pidió disculpas de manera anticipada: «Perdónenme si me corto». Tras eso, expresó: «Yo sé que todas las despedidas son difíciles, más ahora que se está muriendo tanta gente. Pero no sé cómo se despide a alguien que no debería estar acá. Mi abuela no estaba enferma, no se le olvidaban las cosas, no tenía grandes dolores. El sábado pasado hicimos un asado en su casa y nos reímos hasta que nos dolió la guata».
Kel Calderón y su vida junto a Eliana de la Fuente
Luego de dar algunas de las características de su abuela, la hija de Raquel Argandoña expresó: «La casa de mi abuela era una zona segura entre tanta locura. En su departamento se detenía el tiempo. Cualquier problema quedaba afuera. Jamás una mala cara. Jamás un ‘no puedes venir’. Al contrario, siempre un plato de comida caliente, una sonrisa enorme».
Luego de contar algunas anécdotas de su abuela Eliana, Kel hizo una observación. «Si había una cosa que me impresionaba mucho de la abuela era que ella se reía, y se reía mucho. Algo que no es tan común de ver en un abuelo en estos tiempos. Los abuelos en general mueren tristes», mencionó.
«Yo tuve una abuela que a los 93 me invitó a una parrillada y me recomendaba películas de Netflix. Sé que en los funerales dicen que todos los muertos son buenos. Pero mi abuela más que buena, era una mujer alfa, era la matriarca de una familia grande, de la cual había ramas medias difíciles», añadió la hija de Raquel Argandoña.
«Yo sé que con la edad uno empieza a mirar a los abuelos como si fueran niños. Y yo sé que no soy su hija, por ende mi dolor debiera ser menos fuerte. Pero mi abuela para mí no era una niña a la que había que cuidar. Hasta el último día fue un símbolo de fuerza, de tenacidad, lealtad y de valores súper bien puestos», comentó.
El dolor de una nieta
Luego de decir esas palabras, Kel Calderón entregó un relato conmovedor en medio del funeral sobre lo que significaba para ella su abuela, Eliana de la Fuente.
«No puedo negar que tengo el corazón partido en mil pedazos. Porque la verdad es que no sé dónde estás. No tuve más tiempo y la pandemia no alcanzó a terminar para poderte llevar a tantos lugares que prometí llevarte», señaló Calderón.
Para continuar, Kel Calderón dijo: «Finalmente, quería agradecerte, porque a tus 93 años tuviste la fuerza que yo no tuve, tuviste la garra para ser mi familia completa cuando yo no tenía una, cuando no tenía a nadie. Tú pusiste el hombro y decidiste pasar tu última Navidad conmigo para que yo no estuviese sola».
«Siento que la vida se llevó mi escudo y mis zapatos. No sé cómo seguir caminando. Hace dos días te mandé un ramo para que te llegara hoy, el Día de la Madre. En tu despedida quiero que sepas que no hay nada que no haría para que me pudieras mirar una vez más y me pudieras mirar de vuelta. Hay tantas de tus historias que no alcancé a escuchar… Qué ganas de poder escuchar tu voz», también dijo en su discurso la profesional.
Para finalizar, Kel se refirió a su situación familiar. «Para nadie es secreto que mi lado de la familia está un poco quebrado. Sé que te dolía. Sólo pido que donde quiera que estés puedas ver que a pesar de todo estamos todos aquí. Porque nos une el dolor inmenso de tu partida. Y que todos tus nietos te aman mucho, mucho. Y digo todos y tú sabes por qué te lo digo. Él también te ama. También está sufriendo mucho», dijo.