El Papa permanecerá hospitalizado en el Policlínico Gemelli de Roma tras la operación a la que se sometió este domingo 4 de julio. Esto fue para tratar una estenosis diverticular en el colón. Su alta será dada salvo que se presenten complicaciones en su cuadro médico.
Así lo señaló el director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni. El indicó que el Papa Francisco está «en buenas condiciones generales, despierto y respira de forma autónoma» sin necesidad de ninguna maquinaria.
Francisco llegó al hospital a las 13:00 horas del pasado domingo para ingresar y someterse a una intervención quirúrgica que ya estaba programada con anterioridad. Se encuentra en la 10º planta, la misma donde estuvo Juan Pablo II. La operación duró 3 horas y se le aplicó anestesia general.
Según informó el propio Bruni, el Papa «ha reaccionado bien a la operación en la que le han suministrado anestesia general». El médico que se encargó de la operación quirúrgica fue el doctor jefe del departamento de cirugía digestiva del hospital Policlinico Gemelli, Sergio Alfieri.
Como cada domingo, a las 12 del mediodía, el Papa Francisco, de 84 años, rezó la oración del Ángelus asomado desde su ventana del estudio privado en el Palacio Apostólico. Su agenda para los próximos días se verá reducida aunque tiene programado un viaje internacional del 12 al 15 de septiembre a Eslovaquia.
Las operaciones del Papa Francisco
Desde que empezó su papado, Francisco sólo fue operado de cataratas en diciembre de 2019. En aquella ocasión, se trató de una simple intervención en la vista, de rutina, con láser. Ella no hizo que el Papa tuviera que ingresar más allá de unas pocas horas que no influyeron en su agenda.
El propio pontífice lo avisó durante una visita a la cárcel romana de Regina Coeli. «Hace bien una renovación porque a mi edad, por ejemplo, vienen las cataratas y no se ve bien la realidad: el año que viene tendré que operarme», comentó él mismo mientras conversaba con los detenidos de la prisión de Roma.