La química entre José Luis Repenning y Priscilla Vargas en la animación de “Meganoticias Amanece” es más que evidente. Esto se vio recalcado una vez más, cuando el animador llegó tarde y su compañera lo retó en pantalla.
Esto se dio porque, pasadas las 6 de la mañana, el “Repe” aún no aparecía, siendo que el programa comienza a las 5:45 am. Fue por este retraso que la animadora decidió tomar su teléfono y proceder a llamar al periodista.
“¿Llamemos a Repe? ¿Lo puedo llamar?”, aseguró Vargas, para luego preguntar a la producción si lo estaban llamando ellos. “Voy a ver… ¿Qué pasó con Repe?”, agregó la animadora del noticiero.
La llamada de Priscilla Vargas a Repenning
Casi al instante de hacer la llamada, el participante de “The Covers” respondió, a lo que su compañera lo puso en altavoz para que el público escuchara su conversación.
La mujer le indicó que estaba saliendo al aire, a lo que, un sorprendido, Repenning respondió “¿Estoy al aire?”.
Luego de esto, Priscilla Vargas, le reprochó a su compañero el por qué aún no había llegado, “¿Qué pasó, que no ha llegado todavía?”, preguntó. A lo que Repe solo se remitió a responder con un simple “Bah”, provocando las risas en el estudio.
“¡Ah! Porque ahora, cuando te conviene, es conductor de ‘Meganoticias Amanece’. Te has fijado que en los artículos de prensa siempre dicen ‘José Luis Repenning, conductor de Meganoticias Amanece’ y no llegas al Amanece”, acusó entre bromas Priscilla
Ante este reproche, Repenning señaló que tuvo un problema doméstico y que ya estaba llegando al canal. Ante esto, su compañera le dijo que ya le tenía un reemplazo, llamando al meteorólogo, Jaime Leyton.
“Aquí estoy divisando a un gran reemplazante tuyo. Don Jaime Leyton. Don Jaime, ¡súmese a leer los mensajes!”, afirmó. Luego de esto Leyton y Vargas procedieron a leer los saludos de los saludos de los twitteros.
Luego de conocer a su reemplazante, Repenning le cuestionó si se sentía muy sola, a lo que la mujer le respondió “Claro”. Sin embargo, explicó que la razón de esto era porque la gente los saludaba a ambos y él no estaba.
Esto hizo sentirse culpable a Repe que solo pudo pedir perdón por su ausencia. “Pero… pucha, perdón”, se disculpó.