Como te comentamos ayer, el animador del programa «Los 5 Mandamientos», Martín Cárcamo, presentó un material inédito este miércoles 1 de septiembre, una entrevista de Felipe Camiroaga el año 2005. Esto para conmemorar los diez años desde la tragedia aérea de Juan Fernández, donde Camiroaga y otras 20 personas fallecieron accidentalmente.
Este instante de confianza con Cárcamo es bastante particular, ya que Felipe Camiroaga tuvo pocas entrevistas donde pudiese hablar tantas cosas. En la ocasión, Martín Cárcamo le preguntó al «Halcón» qué le faltaba por hacer en su vida.
“Seguir creciendo, haciendo cosas (…) tengo una deuda con los estelares. Voy a seguir insistiendo si el canal me lo permite. Todavía no quiero llegar a meta, quiero correr mucho. Quiero actuar en una película, mezclar mi parte animación con la actoral. Me siento como si estuviera empezando”, respondió en ese momento Felipe.
Mientras que sobre el amor, pese a que nunca dio un nombre, comentó que “El amor no me ha sido esquivo (…) he tenido parejas maravillosas, con las que pude haber sido muy feliz. El problema que no he estado preparado. He sido de relaciones largas. Ha pasado más por inseguridades mías.»
Pero una de las confesiones que marcó en esta inédita entrevista, fue cuando Felipe comentó lo difícil de tener una infancia con padres separados.
La dura infancia de Felipe Camiroaga
En la entrevista, Felipe Camiroaga habló de su madre, ella se fue de la casa cuando Felipe era muy chico: “Ser niño es súper duro. Es bueno que sea así. Es difícil ser hijo de padres separados. Hace 30 años era apuntado. Tenías problemas en los colegios. Eso no es una situación normal y no es muy fácil de llevar por un niño.»
Además, el ex animador de TVN comentó que «Cuando crecí, descubrí qué es vivir la vida y entendí a mi mamá (…) no es que la haya personado. Lo acepté y lo entendí y hoy tengo una relación rica con mi mamá”, añadió.
En cuanto al Festival de Viña, que él animó en 2009 junto a Soledad Onetto, Camiroaga dijo que ni se imaginaba estar ahí. Cabe recordar que Antonio Vodanovic había dejado de animarlo.
“El Festival de Viña es un escenario de nivel mundial (…) que alguien diga que no le interesa, lo encuentro soberbio. Le tengo un respeto enorme. Sería un punto espectacular en mi currículum, algo que contar a los nietos» afirmó Felipe.