Ayer se transmitió el último capítulo de este nuevo ciclo de “Mea Culpa”, el cual contó con la participación de Úrsula Achterberg interpretando a Miguelina Espinoza.
Sin duda, el momento más impactante del capítulo fue cuando el conductor, Carlos Pinto, entrevistó a la protagonista de esta historia, quien se encuentra condenada a 20 años de prisión por el asesinato de su esposo en el año 2017.
En conversación con el periodista, Miguelina Espinoza relató pasajes de su vida que marcaron su carácter. “Yo pensaba que era normal que me pegaran, porque cuando tenía 2 o 3 años, mi papá le pegaba a mi mamá y la dejaba botada”, contó Miguelina desde la cárcel de Puerto Montt.
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Miguelina conoció a Javier Molina luego de abandonar su casa a los 16 años. “Recuerdo que a esa edad fue la primera vez que me golpeó y pensaba que era normal. Me partió el labio porque todavía no había hecho la comida”, además aseguró que no se alejó de él porque no sabía qué más hacer.
La confesión de Miguelina Espinoza
A medida que sus hijos iban creciendo, Miguelina comenzó a frecuentar sus salidas y cayó en el alcohol. Fue bajo los efectos de la borrachera que el 16 de julio de 2017 ocurrió el peor de los escenarios.
Luego de 27 años juntos y formar una familia, Miguelina apuñaló en el cuello a Javier Molina, quitándole la vida en el lugar. “Si yo lo hubiese querido matar, lo hubiese hecho cuando tenía 16, no iba a esperar a que tuviésemos 27 años juntos”, contó Miguelina Espinoza.
“Fui a donde él estaba, lo abracé y le dije: perdón, yo no lo quería hacer, no fue mi intención, no lo quería matar. Mis hijas llamaron a Carabineros y me decían que era una vieja maldita”, relató Miguelina.
Finalmente, Miguelina Espinoza mostró su arrepentimiento y comentó, «me arrepiento de todo. De perder mi familia, de no estar con ellos. Yo aquí estoy muerta en vida. Le pido perdón de rodillas a mis hijas y a la familia».