La periodista Matilde Burgos entrevistó a la actriz Paulina Urrutia en CNN para hablar sobre el teatro, la pandemia y cómo ha sido sobrellevar el Alzheimer de su esposo, el periodista Augusto Góngora.
Durante la conversación, la reconocida actriz nacional explicó que durante el inicio de la pandemia todo fue muy bueno para ambos debido a la compañía con sus vecinos: «En el sentido de vivir en una comunidad donde las casas son pareadas y nos escuchamos entre los vecinos (…) Compartimos nuestras vidas desde hace muchos años».
“Contamos con vecinos y gente con la cual no perdimos el contacto y también nos ayudan, que es lo más importante en una enfermedad como esta, el contar con una red de apoyo”, explicó Paulina Urrutia.
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Luego, la periodista Matilde Burgos le preguntó a la actriz cómo ha sentido este último tiempo su relación con su esposo Augusto Góngora.
«Ha sido muy difícil y doloroso también en el trato con otras personas (…) Yo me resistí mucho tiempo a que me dijeran cuidadora», confesó Paulina.
Además, compartió que: «No entendía otra manera de ser la mujer de Augusto si no asumía su cuidado, pero el momento más crítico lo estoy viviendo ahora».
Paulina Urrutia y el problema del alzhéimer en Chile
La actriz reflexiono en la entrevista con Matilde Burgos el complejo escenario de esta enfermedad en nuestro país, sobre todo desde una perspectiva de género: “Yo viví el proceso que viven muchas mujeres, porque las cuidadoras, especialmente en Chile, un 86% son mujeres y suelen ser las hijas, hermanas, sobrinas o mujeres de personas que están enfermas”.
Asimismo, Paulina Urrutia aseguró que: “Yo en dos segundos dejé de ser mujer y dejé de ser actriz para convertirme en la cuidadora de Augusto y eso repercute”.
La esposa de Augusto Góngora quiso mandar un mensaje para la ciudadanía en el espacio de CNN: “tienen que asumir que todos tenemos que pasar por el cuidado de alguien, eso es parte de la humanidad (…) La sociedad tiene que aprender a ser más humana, a no solamente valorar logros y éxitos, sino que también las caídas y precariedades».
“Yo siempre digo que esto es un proceso, pero yo creo que lo más difícil que he vivido este último tiempo es darme cuenta de que, pese a toda la voluntad y amor, hay cuestiones tan duras como que ya no me lo puedo (…) Da mucha impotencia (…) Me dice que lo ayude y yo por más intentos que haga no puedo (…) Esto es lo más duro que he vivido y obviamente eso solamente va a evolucionar (…) y en algún momento tengo que ser capaz de separar a la cuidadora de la mujer y permitir la ayuda para mí”, finalizó.