Agencia Uno
Desde una cantidad absurda de toallas hasta velas sin fragancia, estos son algunas curiosidades sobre los artistas que se presentaron en el Festival de Viña del Mar y pidieron un camarín personalizado.
Cómo no sentir cierta nostalgia estas fechas por el Festival de Viña, es por esto que Radio Pudahuel te trae las mejores presentaciones de los artistas que contempla nuestra parrilla musical y sus presentaciones en la Quinta Vergara con «Pudahuel Tiene Festival», desde las 21 hrs hasta el sábado 26 de febrero.
Sin embargo, muchas personas se preguntan qué es lo que nuestros artistas preferidos le pidieron a la producción del festival para sus camarines. Aquí te contamos algunos que salieron a la luz.
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Las exigencias de los artistas Pudahuel en el Festival de Viña del Mar
Ricky Martin
Partimos con uno de los preferidos por nuestras auditoras. El puertorriqueño solicitó un catering saludable que tuviera té de manzanilla, miel, jengibre y fruta. Además, pidió velas blancas sin fragancias y muchos chocolates.
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Mon Laferte
Un orgullo nacional. En su segunda oportunidad, la cantante Mon Laferte también quiso jengibre en su camarín, y le pidió a la producción del Festival de Viña del Mar agua de coco, menú vegetariano, y salsas picantes al más puro estilo mexicano.
Luis Miguel
El Sol de México ha sido invitado cinco veces al Festival de Viña del Mar La primera vez fue en 1985, luego se repitió el plato en 1986. Luego, regresó al escenario en 1990, y el 21 de febrero de 1994 cerró con broche de oro.
Pero cómo olvidar una de sus últimas apariciones en la Quinta Vergara durante el verano del 2012. Y es que la producción debió tener en su camarín 120 toallas blancas, un elemento fundamental para sus presentaciones.
Además,» Luis Mi» pidió que mientras se quedara en su hotel, algunos ascensores fueran inhabilitados para que no toparse con absolutamente nadie.
Marc Anthony
El artista puertorriqueño solicitó para su camarín en 2012 un total de 20 toallas, pero a diferencia de Luis Miguel, de color negras. También que las paredes fueran blancas y que en el catering se encontrara un vino de un valor de al menos $200 mil pesos.