Este martes, 1 de noviembre, Canal 13 emitió un nuevo capítulo de su estelar “Juego Textual”.
Del mismo modo, en esta ocasión las ocho panelistas tuvieron una nueva conversación al límite con la popular abogada y rostro de TV, Carmen Gloria Arroyo.
De hecho, “La Jueza”, habló de todo: su candidatura a Reina de Viña, el amor con Bernardo Borgeat, algunas confesiones íntimas, sobre sus hijos y también sobre la compleja relación con su padre.
En esta línea, fue María Jimena Pereyra quien “tocó la fibra” de Carmen Gloria durante la sección “La foto de tu vida”.
Asimismo, la ex “Rojo”, le mostró a la abogada una foto familiar, donde la animadora de TVN aparece junto a su mamá y abuela en el momento de su bautizo.
Luego de ver la postal, “La Jueza” lanzó una emotiva reflexión:
«Fue un día en que me di cuenta que me estaba poniendo vieja y que mis hijas se parecían mucho a mí. Me miro al espejo y cada día veo más a mi mamá en mi cara y también a mi abuela (…) todo lo que soy se lo debo a estas grandes mujeres de mi familia».
Tras cartón, Arroyo sorprendió con una inédita revelación luego de ser consultada por su padre.
«En esa foto al lado de mi abuela estaba mi papá y yo lo corté», comenzó indicando el rostro de TVN.
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Carmen Gloria Arroyo recordó el duro abandono de su padre
Por su parte, Carmen Gloria recordó que durante un tiempo fue muy cercana a su papá:
«Cuando se fue me sentí defraudada. Cuesta mucho aceptarlo, durante mucho tiempo pensé que me había quedado con el enemigo, que mi papá iba a volver y que mi mamá era la mala».
Igualmente, la animadora de “Carmen Gloria a tu servicio”, comentó que buscó a su padre cuando ella tenía 17 años, pero él nuevamente se alejó.
«No hay razones para olvidar a un hijo. Las razones que haya tenido para olvidar a mi mamá eran de ellos, no nuestras. Yo creo que le gustaba la vida de locos y desapareció, punto (…) a mi padre no lo odio. Lo perdoné, tengo una foto suya a la entrada de mi casa».
Asimismo, Arroyo comentó durante el último programa de “Juego Textual”, que la experiencia con su padre la afectó en sus relaciones personales:
«Me ha costado entablar relaciones de pareja, de amistad. Eso queda para siempre. Pero uno es libre en su perdón, y no olvidar no significa no perdonar. Me dañó, pero he vuelto ese daño, fortalezas, me enseñó a forjarme sola y a no esperar que alguien venga a salvarme, porque me salvo sola».
Por último, la popular “Jueza” comentó que gracias a su rol le ha preguntado a varios padres en esa situación: “¿cómo se puede olvidar un hijo?”.
«Nunca he escuchado una respuesta que me conforme. Creo que no la hay», sentenció.