Suman y siguen los duros cruces entre la periodista Paulina de Allende-Salazar y su ex casa de TV, Mega.
En este sentido, hace algunas horas se filtró un profundo descargo de la estación de televisión luego de que la comunicadora presentará una millonaria demanda en su contra.
Mientras tanto, sobre la demanda que presentó Paulina de Allende-Salazar tras su desvinculación por tildar de «Paco» a un carabinero asesinado, en su momento se confirmó que el valor de lo exigido consta de una cifra de 421 millones de pesos.
Es más, sobre la querella se debe considerar que respecto al daño a su imagen profesional y moral son 58 millones y producto de una indemnización por término de contrato son 245 millones.
Por su parte, existen otros 118 millones de pesos debido a conceptos de «despido vulneratorio». En total la cifra es superior a los 421 millones de pesos.
Sin embargo, desde Mega no se quedaron en silencio y según consignó Glamorama, esta es su verdad sobre el fin de su relación laboral con la periodista.
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La dura respuesta de Mega a la periodista tras demanda
Fue así, que Mega reveló su respuesta ante esta situación y lo hizo poniendo sobre la mesa una sanción por un supuesto «maltrato laboral».
«El informe de la investigación por acoso laboral concluyó que la forma de comunicar instrucciones y supervisión por parte de la periodista genera menoscabo, humillación e inseguridad profesional, y más aún cuando no cumplen sus expectativas».
Incluso, desde Mega se aseguró que la periodista Paulina de Allende Salazar, tiene «aires de superioridad»:
«La denunciada, según las distintas declaraciones de testigos entrevistados, transmite una actitud de superioridad. De estar sobre cualquiera en su ámbito profesional y lo va verbalizando cada vez que interactúa con otros. La periodista tenía antecedentes que acreditaban que había incurrido en conductas inaceptables para el empleador».
E incluso, se manifestó que «se le advirtió a la demandante que no se tolerarían este tipo de conductas».
Por último, se planteó lo siguiente:
«Estas infracciones contractuales futuras podían ser sancionadas con la extinción del contrato de trabajo».