Me quedó chico, no es mi talla. El autito falló, la muñeca no mueve los ojos, le cambié las pilas y aun así no funciona. Razones hay por mil, lo cierto es que la necesidad de cambiar regalos está siempre presente los días posteriores a la navidad.
La Ley del Consumidor es clara. Desde 2021 establece que las personas podrán exigir el cambio, la devolución del dinero o la reparación del producto adquirido hasta seis meses después de la fecha de compra o incluso de la recepción del objeto que sea necesario cambiar en caso de aquellos que fueron comprados por internet con envíos a distancia.
Para no tener problemas en el minuto del cambio, es bueno tener claro los pasos a seguir para que la garantía establecida en la ley sea efectiva:
Presenta la boleta que acredite la compra o el comprobante de pago al vendedor de la tienda. Si no la tienes, basta con el voucher del banco, el estado de cuenta de tarjeta de crédito y el ticket de cambio.
Lleva presencialmente lo que quieras cambiar.
Muestra los elementos a un vendedor y pide devolución del dinero, cambio del producto o reparación gratuita para hacer efectiva la opción que elijas.
Si el producto es reparado, pero la falla persiste o existe una nueva, el consumidor tiene derecho a volver a ejercer la garantía legal.
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Nuestro amigo ticket de cambio
El ticket es sin duda un gran aliado a la hora de hacer un cambio, pero ¿en qué consiste?
Según Paul Eichwald, coordinador disciplinar del área Jurídica del Instituto Profesional IACC,
“La garantía legal sólo se puede ejercer cuando los productos tienen alguna falla que impide su uso normal. Los comercios que ofrecen ticket de cambio, que es en realidad un acto voluntario, entregan al consumidor el derecho de hacer cambio sin necesariamente manifestar la causa del mismo”.
¿Qué pasa si pierdo el ticket de cambio?
A más de alguno le habrá pasado que perdió el ticket de cambio y quien recibió el regalo, no puede cambiarlo por lo mismo. En este caso, el cambio se puede hacer presentando la boleta, aunque quien recibió el obsequio tendría que enterarse cuánto costó el regalo, lo que siempre es incómodo.