Piscina, sol. Agua y 36 grados. Parece la tónica de cada verano. Desgraciadamente no todos son de sol, agua y arena. Hay ocasiones en que las vacaciones han sido enlutadas por accidentes, que pudieron haberse prevenido.
Patricio Saavedra, jefe disciplinar de Prevención de Riesgos del Instituto Profesional IACC, asegura una recomendación que hace años jamás la habríamos pensado: El color del traje de baño. “Efectivamente cualquier tono de azul es muy difícil de ver en el agua, por lo que se recomiendan colores brillantes y fosforescentes, ya que permite identificarlos más fácil y rápidamente, sobre todo si la piscina está llena”, asegura.
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¿Qué cuidados tomar cuando los niños se bañan en una piscina o en el mar?
Sin embargo, Patricio Saavedra de IACC explica que no sólo basta con el color del traje de baño, sino que son múltiples las medidas que debemos tomar para resguardar la seguridad de nuestros niños.
Del mismo modo, en un lugar masivo, siempre es importante tener un plan preventivo y de acción en caso de accidentes. Tener presente la vía de evacuación es clave en caso de tener que derivar a alguna persona que se haya accidentado a un centro asistencial.
Asimismo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la edad es un factor clave y de riesgo de ahogamiento. Es así como los índices más elevados de muerte por esta causa, van entre uno y cuatro años y le siguen los niños de 5 a 9 años.
Es por eso que es fundamental jamás perder de vista a los niños mientras están en el agua, hay que vigilarlos siempre y nunca dar la espalda a los niños mientras estén en el agua, por muy obvio que parezca.
Recomendaciones fundamentales para prevenir accidentes
- Siempre que un niño se bañe en una piscina o en el mar, debe hacerlo bajo supervisión de un adulto y nunca perderlos de vista ni darles la espalda mientras estén en el agua.
- Evitar distracciones mientras estamos supervisando a los niños, como el uso del celular, abrir la puerta o estar leyendo un libro. No olvidemos que en sólo 27 segundos un niño que no sabe nadar puede comenzar a ahogarse.
- Instalar protección en el perímetro de la piscina, que sea alto y que asegure que el niño no puede treparla ni pasar bajo de ella. Es clave también que la puerta de acceso cuente con pestillo y cierre automático.
- Enseñarles a nadar desde pequeños es sin duda lo más eficaz. Hoy en día existen clases y talleres para niños desde el año y se ha comprobado que desde esa edad ya se encuentran aptos para aprender.
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No consumir bebidas alcohólicas antes de ingresar al agua o si se encuentra a cargo de un menor.
- Aunque sepan nadar, cuando son pequeños es importante disponer de algún tipo de flotador. Ahora bien, esto es sólo una ayuda y en ningún caso hay que tener una falsa sensación de seguridad ni pensar que están 100% protegidos.
- Es recomendable que los padres o cuidadores de niños tomen cursos o talleres para estar preparados ante algún accidente, lo que permitirá reaccionar adecuadamente en los tiempos y acciones médicas para evitar complicaciones en caso de que el niño se haya ahogado y tragado agua.
- No está de más recordar que la exposición al sol debe ser controlada, utilizando protectores solares de nivel alto, considerando además el tipo de piel y los horarios en que se estará expuesto.
En solo 27 segundos un niño que no sabe nadar empieza a ahogarse y en 3 o 5 minutos le quedarán graves secuelas o incluso puede fallecer a causa del ahogo. Prevenir un accidente es cuestión de segundos.