Créditos: @mariajoseprietol
Este martes salió a la luz pública la querella que presentó la Fundación para la Confianza en contra de Cristián Campos por abuso sexual hacia Raffaella Di Girolamo, hija de su expareja, Claudia Di Girolamo.
Según se detalla en el escrito, el acto «utilizó su posición asimétrica para confundir, controlar y cometer abusos en su contra» durante su niñez y adolescencia. En este contexto, Fundación para la Confianza, precisó:
«Esto provocó un daño enorme en Raffaella, y como a muchas víctimas de abuso sexual, le tomó largo tiempo recuperar fuerzas, siendo fundamental el apoyo incondicional de su familia y personas más cercanas, en la búsqueda de la justicia, que hoy se inicia».
¿Qué decisión tomó María José Prieto?
Un gran impacto ha generado la noticia en el mundo del espectáculo nacional, y no solo por la denuncia que hoy se conoce, sino que también han reflotado una antigua acusación en contra del actor por parte de Soledad Pérez.
En redes sociales, varios usuarios han reaccionado a la gravedad de los hechos e incluso, han mostrado gran preocupación por la actual pareja del actor, María José Prieto, con quien lleva más de dos décadas de relación.
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"La psicóloga clínica y sexóloga es la hija mayor de Claudia Di Girolamo, reconocida actriz que estuvo casada once años con Cristián Campos."
Y es que hace varios años, la actriz junto a su hermana denunciaron a su expadrastro de abuso sexual. Finalmente, el hombre fue condenado a cinco años de libertad vigilada.
A raíz de la preocupación que generó entre sus seguidores, María José Prieto tomó una tajante decisión que sorprendió a varios. Pues, optó por limitar los comentarios en sus publicaciones de Instagram.
La defensa de Cristián Campos
En la tarde de este miércoles, el actor chileno respondió a la querella en su contra:
«He sido un buen padre, buen tío y padrino, y he compartido, y convivido siempre con sobrinas, hijos e hijas de amigos, pololas y parientes. Y jamás ha existido algún asomo de duda, testimonio o suspicacia respecto a la rectitud de mi conducta con menores…», escribió en la carta.
Al mismo tiempo aseguró que era un «buen bicho» y que no merecía «ser acusado de tal».