Durante esta semana, gran impactó la historia de Pilar, una mujer que terminó encerrada por dos años en su casa. Asimismo, la mujer de 63 años fue excandidata a Miss Chile y también modelo en el programa Sábado Gigante, conducido por Don Francisco.
En este sentido, y según te comentamos durante la semana, se trata de un suceso que dio cuenta el matinal Contigo en la mañana durante la jornada del martes, donde vecinos del sector Placilla se acercaron con carteles a pedir ayuda por la mujer y su integridad. Incluso, aseguraron que le prestaban ayuda a la mujer lanzándole comida por la pandereta.
Sin embargo, hace algunas horas se conocieron más detalles cuando la mujer afirmó estar finalmente en libertad y explicar qué fue lo que pasó.
«Pasaron muchas cosas. Yo quiero agradecerles a ustedes, porque se fue dando todo cuando ustedes aparecieron. Se empezó a mover el Cesfam, se empezó a mover el alcalde, como que se asustaron», sostuvo Pilar.
Del mismo modo, contó que «me vinieron a evaluar, me encontraron excelente. Esto es volver a la vida, porque aquí yo me sentía muerta en vida. Pedí ayuda a Carabineros, a la PDI, ahora hay una denuncia en Fiscalía»
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El drama que está viviendo la recordada modelo de «Sábado Gigante»
En este sentido y según Radio Concierto, la mujer explicó que su hermano le quitó las llaves en 2019, tras unos meses que sus padres fallecieron. «Si yo quería hacer algo, tenía que pedir la llave. Y si no decía dónde iba, no me pasaban las llaves», contó al matinal.
Por su parte, Pilar agregó que «al principio, cuando me encerraron, me faltó comida. Cuando jubilé a los 60 años, en 2020, pasarían siete meses y mi hermano me quita la CuentaRut. Ahí empezó él a comprar la mercadería».
Igualmente, la mujer aseguró que para ella el escapar era algo impensado. «Desde que me encerraron me dijeron que me iban a llevar a una casa de orates», contó en la entrevista. Además, la mujer aún no le encuentra una explicación al actuar de su hermano ya que según ella, la familia siempre «fue unida, mucho amor, entonces no entiendo por qué la actitud de mi hermano».
Finalmente, sobre la razón por la que logró conseguir relacionarse con sus vecinos, Pilar contó que «dejé de creer en Dios, le pedí tantas veces que alguien me ayudara que nada resultaba. Ahí le empiezo a pedir a mis padres, fue el último intento: ‘viejitos, mándenme a una persona que me ayude’, y a las pocas semanas llegó una amiga, se puso las pilas, y empezamos a hacer todo lo que estamos haciendo ahora».