El desierto de Atacama ubicado en el norte de Chile es considerado el ‘lugar no polar más árido de la tierra’. Por lo que el descubrimiento de cualquier tipo de vida es una sorpresa y un fenómeno profundamente estudiado.
Un grupo de científicos integrado por Lucas Horstmann y Dirk Wagner, pertenecientes al Centro Alemán de Investigación en Geociencias GFZ han descubierto un ‘hábitat subterráneo previamente inexplorado’.
Este descubrimiento se realizó en conjunto a colegas de la Universidad Técnica de Berlín y la Universidad de Antofagasta. Este estudio se basó en métodos de análisis de ADN molecular, un método de estudio e investigación muy recientemente desarrollado.
Un increíble descubrimiento
El estudio se publicó en la revista científica PNAS Nexus. Este le da profundidad a la comprensión de la biodiversidad en una región con una condición de vida extremadamente hostil, seca y árida.
Los resultados de esta investigación en particular pueden tener implicaciones en la búsqueda e investigación de vida en otros planetas.
A través de la extracción de ADN intracelular y la secuenciación genética de las muestras, se pudieron identificar microbios potencialmente viables hasta una profundidad de 4,2 metros.
Uno de los principales líderes de la investigación, Lucas Horstmann afirma que «El descubrimiento de esta comunidad subterránea desafía nuestra comprensión actual de los ecosistemas desérticos»
Un ecosistema en el desierto
Este descubrimiento fue en el área de Yungay, a unos 60 kilómetros del sureste de Antofagasta. En este se llevó a cabo un análisis de la diversidad microbiana y su interacción con las propiedades del suelo nortino.
Los desiertos, al tener características tan hostiles, son uno de los ecosistemas más grandes y frágiles de nuestro planeta. En ausencia de precipitaciones, los microorganismos pasan a ser un importante componente ecológico.
El director de la Sección de Geomicrobiología del GFZ y uno de los líderes de este estudio, Dirk Wagner afirma que «El estudio de la diversidad y distribución microbiana es crucial para comprender plenamente el papel central de los procesos microbianos en el mantenimiento del equilibrio ecológico y la funcionalidad de los ecosistemas desérticos»