El cultivo de una cotizada fruta ha causado la admiración de los habitantes de Coquimbo. La popularidad de este alimento no es solo por su delicioso sabor sino también por un importante papel que está jugando en la región.
Su producción se ha convertido en toda una contribución para el desarrollo agrícola de la zona y en el mejoramiento de la competitividad en el mercado.
Parte de su importancia radica en el mayor precio que tiene por kilo además de requerir de menos agua en su cultivo. Estas cualidades entregan como resultado más ganancias para su comercio y mayor rentabilidad en su obtención.
Hablamos de la cereza, un fruto rojo reconocido por su color y forma esférica que a veces parece un corazón, además de su sabor dulce que fluctúa en el ácido.
El rol de la cereza en el desarrollo de la fruticultura en Coquimbo
Según datos del Programa Estratégico Regional Fruticultura Sustentable Coquimbo, el precio del kilo de cerezas alcanzó los 6,2 dolares en 2023, es decir, casi $5.640.
Pero su impacto en el desarrollo mercantil no es todo, además su plantación tiene la ventaja de ayudar a revertir y poner freno a la escasez hídrica, siendo un aporte para la sustentabilidad.
Con respecto a la producción más responsable y respetuosa, el gerente del programa de fruticultura de Coquimbo destacó la importancia de promover prácticas más sostenibles.
En ese contexto, advirtió que «Es crucial seguir implementando medidas de gestión del agua y promover prácticas sostenibles para garantizar la viabilidad a largo plazo de la agricultura en la región, acciones que no solo fortalecerán la seguridad hídrica y la productividad agrícola, sino que también brindarán un respaldo sólido para la inversión y el desarrollo económico».
Si bien el desafío hídrico sigue siendo importante, medidas como esta son de gran ayuda para contener la crisis, además de aumentar su competitividad.