En entrevista con The Clinic, nuestro querido Pablo Aguilera habló sobre el éxito de su programa y de su brillante trayectoria como «la voz más escuchada de Chile».
El medio habló en exclusivo con el locutor, quien relató cómo fue su primer contacto con la radio. Según lo que cuenta, un operario bajo la influencia del alcohol le dio una orden desde la sala de control de la radio Araucanía en Concepción hace más de 60 años. “Ya, habla no más hueón, habla, habla”, le ordenó. Ahí fue que el profesional de las comunicaciones empezó a hablar, y no se detuvo.
El éxito de «La Mañana de Pablo Aguilera»
Hoy por hoy, «La Mañana de Pablo Aguilera» es y ha sido el espacio radial favorito de las mañanas por décadas, gracias a su formato cercano en el que el público es protagonista.
Fue Pablo Aguilera, de hecho, quien desde el 2 de enero de 1986, impuso una nueva forma de hacer radio, donde son los auditores quienes cuentan sus penas y alegrías y son los mismos auditores quienes juzgan las historias dramáticas, amorosas y de todo tipo en «El Tribunal».
Y si bien en sus inicios el programa fue bautizado como “Las mañanas hogareñas”y “La mañana amorosa de Pudahuel”, hoy ”La mañana de Pablo Aguilera” se mantiene, desde el año 2000, inalterable en su fórmula: Música romántica latina e interacción con el público, que ha sido la gran clave del éxito.
Pablo Aguilera y una fórmula infalible
En el año 1984, en la extinta radio Cien (cuyos dueños eran Antonio Vodanovic, Jorge Saint-Jean y Ernesto Clavería), el ex animador del Festival de Viña le ofreció a Pablo un turno por la tarde. Sin embargo, en los inicios del programa la sintonía no ayudaba y Antonio le pidió intentar algo distinto, pues estaban en el lugar 14.
Pablo, en ese momento, tuvo una idea que cambiaría la forma de hacer radio: Propuso abrir los micrófonos para que la gente participe. Ante esto, Vodanovic, confiado en que esto funcionaría, aprobó la idea y el resto es historia.
El periodista de la Universidad de Chile empezó con El Tribunal en esa época: “Yo siempre había conversado con la gente, pero no de una forma sistemática. Hice entonces El Tribunal. Lo empecé allá, dos años antes”.
“El asunto de la edad es un problema que está en el carné»
Respecto al eventual retiro de los micrófonos, nuestro querido Pablo señala que cuando pasó los 65 años comenzó a tener ganas de retirarse. Sin embargo, las encuestas lo avalaban y hoy es enfático en reconocer que “Hace ya muchos años que esto no lo tomo como un trabajo”.
Asimismo, señala que “El asunto de la edad es un problema que está en el carné, pero yo siento exactamente lo que sentía a los 20 años, con las limitaciones físicas normales. Ahora tengo una pata media mala por un accidente cerebrovascular, pero sigo andando en moto.»
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